Ésto es algo que escribí hace poco, estando completamente borracho. Llegué a mi casa a las 5 de la noche y me puse a escribirlo:
Plasmar, ja! Plasmar mis pensamientos mientras ando borracho...
Escribir, ja! Escribir lo que mis manos (ya ni siquiera mi mente) dictan...
Una calurosa ola me envuelve. El sopor etílico es abrumante. Y los recuerdos son impresionantes.
Mi torpe caligrafía no acierta a plasmar lo que siento. Ni mis torpes pensamientos.
Quizá los locos escriban así, entre suspiros largos y entrecortados, para ver si son capaces las hojas de captar lo que una perturbada mente siente.
El calor de lo insano.
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