viernes, 20 de febrero de 2009

Confesiones etílicas

Ésto es algo que escribí hace poco, estando completamente borracho. Llegué a mi casa a las 5 de la noche y me puse a escribirlo:

Plasmar, ja! Plasmar mis pensamientos mientras ando borracho...

Escribir, ja! Escribir lo que mis manos (ya ni siquiera mi mente) dictan...

Una calurosa ola me envuelve. El sopor etílico es abrumante. Y los recuerdos son impresionantes.

Mi torpe caligrafía no acierta a plasmar lo que siento. Ni mis torpes pensamientos.

Quizá los locos escriban así, entre suspiros largos y entrecortados, para ver si son capaces las hojas de captar lo que una perturbada mente siente.

El calor de lo insano.

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