Lo siento, ahí va una de existencialismo. Ya seguiré el relato de antes. Es que es de noche y pasa lo que pasa... La noche confunde, la luna ejerce extraños influjos, como dicen Héroes. Y eso no se lo inventó Dinio, por dios...
...De hecho tengo mucho material existencialista sacado de mi último día de resaca mortal (y moral).
En los días de resaca, mientras yaces en el que, llegas a pensar, será tu lecho de muerte en breves instantes, piensas muchas cosas. En las cosas bonitas que tiene la vida, especialmente. Para qué vas a pensar en las malas, si estas ahí muriéndote. Piensas en las buenas para saber todo lo que no has hecho aún.
Realmente, seamos sinceros, sabemos que no nos vamos a morir. Pero en esa invalidez que nos envuelve, en ese mutismo y esa impotencia, te sientes capaz de hacer cualquier cosa... Cuando tu cuerpo filtre el alcohol que aún hay en tu sangre, claro.
Son días extraños, los días de resaca. En muchos casos, has llegado a las 7 de la mañana, aproximadamente, por lo que te levantas a la hora de comer.
...Sí.
LA HORA DE COMER
Esa cosa que es la última que podrías hacer en ese momento. Comienzan a llegarte entonces los efluvios del potaje de garbanzos de tu madre. En ese momento te levantas para potar, con suerte en el cuarto de baño. Sin ella, antes.
Entonces, al producirse ese desfase horario, pierdes ya la mitad del día. En algún instante, te preguntas cómo coño pudiste estar de juerga 7 horas seguidas (o más, en mi último caso) sin la ayuda de ninguna droga que se consuma por vía nasal. Bueno, son cosas que no tienen respuesta.
Entonces este día se convierte en un día en blanco (blank day, para los guiris). Es un día de mierda en el que no haces nada, marcado por la actividad confusa de tu mente y un tanto anodino. Si encima está nublado, entonces se convierte en un puto día en blanco (fucking blank day).
¿Por qué nos acordamos de las cosas buenas sólo cuando estamos al borde de la muerte? ¿Por qué no las tenemos en cuenta cuando vamos por la calle andando? Eso es ser ciertamente egoístas con nosotros mismos. Así que os recomiendo, especialmente a los pesimistas y a los emos y demás calaña con energía negativa (como diría Cova), que dejeis de rayaros. Moveos un poco, que para eso están los pies, y dejad de lamentaros, ostias. Cuando estéis en vuestro verdadero lecho de muerte será demasiado tarde ya.
Y pillaros un buen morao y uníos a los Four-legged warriors
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