Soy un nostálgico.
Hace poco estaba intentando acordarme de mis recuerdos más antiguos. Entre ellos figuran imágenes de cosas como la Expo '92 de Sevilla, en la que tenía 4 años, o de la mudanza que hicimos en la casa de la playa. Son trozos del pasado que permanecen dentro de uno, a veces olvidados por mucho tiempo hasta que un olor, una imágen o una palabra los vuelven a la vida -fragmentados, pero a la vida después de todo.
¿Cuándo empiezan a formarse los recuerdos? Cuando somos pequeños, nuestros cerebros aún no están suficientemente desarrollados como para retener nada. Simplemente vivimos en el presente, pero no hay recuerdos. Vemos, oímos, palpamos... En definitiva, sentimos, pero nada se retiene. Pero aquello que se retiene, se hace con mucha más intensidad. Tenemos la capacidad de captar los pequeños detalles, esos que pasan inadvertidos a los adultos. Podemos emocionarnos con cualquier acontecimiento: un escarabajo está cruzando las arenas en la playa. Vemos cómo es, cómo se mueve, su forma, como reacciona... En increíble y emocionante.
Hoy estaba en mi cuarto en el piso de la playa y miré un cuadro que hay colgado en la pared, encima del cabecero de mi cama. Me quedé perplejo: nunca me había fijado en ese cuadro. Lleva ahí años, y yo vengo a este piso todos los veranos. Pero nunca me había fijado en él. Sí, sabía que había un cuadro encima de mi cama y que era un cuadro de un faro, ya está. Nunca me había parado a mirar los detalles como lo hacía cuando era pequeño. Así que me detuve un momento para hacerlo.
Por suerte, aún no he perdido esa capacidad de fascinación de los niños, y me alegro, porque el que no se sorprende por nada es como si estuviera muerto. En los pequeños detalles está la emoción, la felicidad. Es cierto que cuando somos niños el mundo es un lugar nuevo e inexplorado, lleno de posibilidades. Pero cuando crecemos esas posibilidades siguen ahí, no se esfuman por arte de magia. Por eso los niños son felices, porque sus mentes aún no se han llenado de cosas superficiales que no sirven para nada. Porque para ellos la vida es aún simple y emocionante, como debe de ser.
Yo seguiré intentando llevar a cabo el principio KISS...
...Keep It Simple, Stupid.
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