Está claro que el problema de la juventud es que uno ya no forma parte de ella, como dijo Dalí. La juventud es la mierda que cagan los que ya no son jóvenes, el legado que dejan a su paso pasa a pertenecerles a ellos. Y no estoy echándoles la culpa a ellos, porque, de hecho, no hay ninguna culpa.
La juventud siempre será la juventud, y la vejez siempre será la vejez. Va cambiando, pero los conceptos siempre serán los mismos. Los jóvenes tienen que hacer ciertas cosas y los mayores tienen que hacer otras, y ya está. Al igual que un niño chico tiene que jugar y recibir cariño, una persona mayor tiene que trabajar y cagar. Es decir, dejar su legado. Y los jovenes tienen que liarla y hacer locuras.
Otra cosa bien distinta es el camino que una persona decida seguir, o su manera de ser. El hecho de que a un tío le guste meter navajazos por ahí, no significa que a todos les guste. Cada uno es responsable de sus hechos y de su vida. La vida es de cada uno y cada uno hace lo que quiere con ella. Eso sí, hay que aceptar las consecuencias.
Así que el 2 de Octubre, por favor, todos a la barrilá. Canis, absténganse
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